Ganador del I Concurso de Relatos R.E.M.

Y algunos os preguntareis, ¿qué es eso del I Concurso de Relatos R.E.M.?. Pues se trata de algo que se le ocurrió a jastras, uno de los personajillos mas veteranos de nuestro pequeño mundo R.E.M. que a buen seguro la mayoría conocereis. Su idea fué la de convocar en nuestro foro un concurso de relatos relacionados con el grupo, que se entregarían de forma anónima, y cuyo ganador conseguiría nada menos que el Single Action Green, una caja con los cuatro singles originales de aquel album que donaría generosamente él mismo.
Lamentablemente somos unos vagos y, al final, la cosa se saldó con un único participante y lógicamente ganador, Quango, otro de nuestros foristas, cuyo relato podría haber ganado perfectamente de haber competido con muchos otros. Original, divertido y muy ingenioso.

Podeis leerlo a continuación. Seguro que os va a encantar.


FERGAL GOT A RAW DEAL

Hola, me llamo Fergal O"Ceallachain. Probablemente este nombre no os diga nada, de hecho es bastante probable que os resulte ridículo. Lo sé, es una de tantas cosas ridículas de las que me han ocurrido en la vida. Es probable que un nombre te marque así para siempre, y puede que tan solo falte ponerme una pegatina que rece DESGRACIADO en mi abundante y blanquecina frente. Lo que quiero explicar es que siempre, sea cual sea el motivo, las cosas que quiero se acaban torciendo.

Soy músico. Mi instrumento es la trompeta. Mi banda favorita es R.E.M.. Creo que hasta ahí es todo normal, incluso creo que comprenderán la alegría que despertó en mi el hecho de que la sección de viento en la que yo toco fuese elegida para grabar con R.E.M. en el disco que iban a publicar en 2001. Todos estaban ilusionados, pero sabían que para mí era realmente especial, R.E.M. era lo único que nunca me había fallado.



Durante los dos meses que pasaron entre que me lo comunicaron hasta el día en que entrábamos a grabar no paré de hablar de ellos. Sus canciones, sus discos, sus anécdotas, sus conciertos, sus ropas, sus frases, sus etapas... Podía hablar durante horas de ellos sin cansarme. Por supuesto tenía pensado llevar todo el material que de ellos poseía para que me lo firmasen, además de preparar un carrete entero de fotos para la ocasión. Se había especulado con la posibilidad de que los R.E.M. no apareciesen durante la grabación de los vientos, y que sólo se encontrasen en el estudio Pat McCarthy y Jamie Candiloro, pero el día anterior, mientras comíamos unas gambas en el descanso el ensayo, nos confirmaron que Michael, Peter y Mike estarían allí. Creo que lloré, pero no estoy seguro.

Pero como ya he dicho, las cosas siempre se tuercen, y esta vez no iba a ser menos. Yo esperaba pasar la noche anterior a la grabación con muchos nervios y sin poder apenas dormir, pero lo que no esperaba es que esas gambas de "mientras comíamos unas gambas en el descanso el ensayo" me sentasen tan mal que estuviese toda la noche vomitando...

Toda la noche haciendo la cabra de la cama al pasillo y del pasillo a la cama, sin descanso, intentaba comer algo para ver si me sentaba bien, pero no, era peor. La vomitona seis de seis fue sobre las 6:34 a.m., y entrábamos a grabar a las 10. Pude dormir un par de horitas hasta que me tuve que levantar. No podía faltar al día más importante para mí como músico. Desayuné algo, y parece que me iba sentando bien, así que pensé que no tenía por qué temer. Salí de casa corriendo y dándome cuenta de que no había cogido ni la cámara de fotos ni mis discos cuando ya estaba subido en el autobús camino del estudio. Así que supuse que ya nada peor podía pasarme...

Llegué puntual a las 10, muy cansado y con el desayuno procesándose en el interior de mi blanquecino cuerpo. Nos dijeron que fuésemos tomando posiciones dentro de la sala de grabación, que los R.E.M. estaban a punto de grabar, pero que mientras podíamos ir registrando algunas pistas. Comenzamos a tocar y parecía encontrarme bien, de hecho parecía estar tocando mejor que nunca tan sólo por la emoción de saber que mis ídolos estarían en unos minutos delante de mí viendo como colaboraba en sus composiciones. Fue a mitad de un tema cuando de repente vi a través del cristal como entraban los tres y saludaban a Pat y Jamie. Se despojaban de sus abrigos y se sentaban en unos sofás de cuero al otro lado de la mesa de mezclas. Toda mi blanquecina cara era felicidad.

Cuando terminamos de grabar la pieza nos saludaron por el micro, y yo pensaba que sólo se dirigían a mí, y que era yo el que estaba grabando solo en el estudio. Comenzamos a grabar la segunda pista, y fue en ese momento cuando mi maltrecho estómago hizo de las suyas, pero en vez de por la parte superior, esta vez decidió atacar por la parte inferior...

La ventosidad sonó fuerte, muy fuerte, demasiado fuerte diría yo... Hillary y Paul que estaban flanqueándome me miraron con cara de estupor..."Bien", pensé, "probablemente sólo se hayan dado cuenta ellos dos..." Pero no fue así, el micro del otro lado del cristal se abrió y fue Peter quien entonó estas palabras...

"Vaya chicos, parece que ahí ha sonado un instrumento que no debería..."

En ese momento sí que me hablaba a mí, en ese momento sí que no había nadie más en el estudio aparte de mí, mi cara blanquecina tornada rosa cangrejo y 20 personas a carcajada limpia a este lado del cristal (sin contar las 5 al otro lado...).

Todo podría haber acabado ahí, pero el maldito destino quiso que también tuviera que ir al excusado, y con una gran excusa, nunca mejor dicho. Por cierto, que para llegar al servicio había que pasar por delante de los tres miembros de mi banda favorita, hecho que no les relataré porque aun me queda un mínimo de vergüenza.

Durante los diez minutos que pasé evacuando no pude más que pensar en el ridículo que había hecho, y en como iban a reaccionar ellos y en lo que les iba a decir yo cuando saliese de allí. Finalmente con mi blanquecina cara de nuevo tornada a rosa cangrejo me decidí a pedirles perdón.

"Lo siento, no...no era mi intención, quiero decir...no sabía, no...a ver...las gambas..."

"Hey", espetó Michael, "tranquilo, un mal día lo tiene cualquiera...no tomaremos ninguna foto..."

Y ahí sí que sonreí yo solo al ser el único que lo entendió.

Stanislavsky.

PD – La grabación tuvo que ser interrumpida dos veces más.