R.E.M. y un servidor hemos cruzado los caminos un par de veces. De hecho, Mike Mills y yo nos hemos coincidido más de una vez, y estoy seguro de que lo recuerdo más que él. Obviamente, él es el más famoso, y cuando un miembro de R.E.M. está por ahí, todo el mundo se acuerda de la anécdota.
La primera vez que Mike Mills y yo cruzamos nuestros caminos fue cuando mi hermano Bill y yo éramos miembros de una banda llamada Multi Color House. Una noche, hace muchos años, estábamos tocando en un club en Atlanta llamado "The Point". Nuestro cantante en aquel momento, Moss Natty Bond, vio a Mike Mills entre el público, lo que provocó unos momentos de emoción. Fue guay verlo entre el público mirando el show. No tuve la oportunidad de reunirme con él ... se marchó antes de que nosotros acabáramos, y la vida como músico de club se reduce a recoger el equipo y los instrumentos antes que dedicarse a la socialización.
Más adelante y durante las sesiones de R.E.M., mi banda en aquel momento, "The Miracle Field" estaba tocando en The Cotton Club, también en Atlanta. El hermano de Mike tocaba en un grupo que compartía escenario con nosotros aquella noche. Vio tocar a su hermano, y se quedó un rato para ver nuestro show, ya que sabía que trabajaba con ellos en las sesiones. Tuvo cosas buenas que decirnos acerca de nuestra música y fue un placer oirle.
Luego, por supuesto, estaba el famoso paseo en la apestosa camioneta. Ahora, nuestros caminos estaban a punto de rozarse de nuevo, aunque de forma ligeramente diferente.
El día comenzó más temprano de lo usual. R.E.M. iba a empezar a grabar las pistas de nuevo, y ya era hora de obtener los niveles de sonido. Bill Berry fue detrás de su kit, y empezó a tocar mientras los ingenieros de sonido estaban ocupados trantando de nivelar el sonido. También era el momento de secuenciar los graves, pero Mike Mills no había llegado todavía. El tiempo de un estudio es caro, y los ingenieros pasan muchas horas en el transcurso de la vida de una sesión de grabación de prueba y ajustan los niveles de sonidos a la perfección, por lo que están dispuestos a tomar la mejor captura.
"¿Dónde está Mike", le preguntó a uno de los ingenieros.
"Todavía no acaba de encontrarse bien", dijo Bill Berry. "Vendrá más tarde. ¿Hay alguien aquí que toque el bajo, de manera que podamos conseguir algunos niveles? "
Mis oídos se abrieron de inmediato. Abrí mi boca, y dije. "Yo toco el bajo ...". Todo el mundo miró en mi dirección. "Chuck, bueno, acércate y saca algunos sonidos", dijo uno de los ingenieros.
Un sorprendido microondas me entregó el 70s Fender Precision de Mike. Se trataba de un instrumento que había visto muchos años de uso. Recuerdo que tenía una cejilla de arce y un cuerpo de fresno. Me puse en el bajo y subí las escaleras hasta el escenario.
Fue un momento fantástico. Conecté el cable como había hecho cientos de veces antes y me acerqué a la batería. Pero esta vez a la batería estaba Bill Berry. No le dije nada a Bill. En cambio, empecé a tocar. Hice sonar las primeras notas de Texarkana y Bill se sumó inmediatamente como sin duda lo había hecho muchas veces antes, sólo que esta vez, al bajo estaba el tipo de las bebidas.
Mientras yo estaba disfrutando de mi breve momento con R.E.M. en el escenario, los ingenieros fueron midiendo los niveles. Uno de ellos interrumpió mi "jam-session" "Bueno ... eso suena bien ... pero Mike Mills está utilizando una púa durante estas sesiones. ¿Puedes tocar con púa?" Por regla general, odio tocar con púas ... pero hay momentos en que se puede sacar un sonido muy cool de esa manera. Cogí una de la parte superior de un amplificador de Mike, y comencé a tocar de nuevo.
La jam duró unos 20 minutos. Hubo un momento muy gracioso cuando el propietario del lugar, su nombre era Billy, se detuvo para ver cómo iban las cosas. A pesar de que yo estaba trabajando para R.E.M., mis servicios se proporcionaban como parte de la instalación. Una de las razones por las que tenía ese trabajo era que acordamos que no molestaría a la banda, que no les estorbaría. ¡Os podéis imaginar la cara de pánico cuando caminaba y me vio en el escenario haciendo de Mike Mills en lugar de trabajar con las neveras!
La parte divertida de la sesión se deterioró un poco cuando empezamos una mala sesión de blues. Había llegado el momento de obtener los sonidos de guitarra, y en lugar de Peter Buck, Microondas cogió una guitarra y comenzó a improvisar algunos acordes de blues. Completado el trabajo, Microondas y yo regresamos a nuestras funciones de apoyo.
El resto de los miembros de R.E.M. llegó y subieron al escenario. Mike Mills estaba de vuelta, y todo el mundo estaba entusiasmado de volver al trabajo.
Bill Berry hace clic con sus palos para iniciar el conteo, y el grupo inicia Star 69. Esta era mi canción favorita del disco. Sonaba muy bien. “I know you caaalled… I know yooouuu caaalled… I know you caaalled… Star 69…”
Volvemos pronto (espero) con la próxima entrega: No más diversión. Llegan los productores.
Desde que comenzamos con este blog, hace ya casi 4 años, hemos asistido al lanzamiento de un único album nuevo de R.E.M. y al de unos cuantos recopilatorios, directos, reediciones, DVD's.. y demás material para sacarnos los cuartos a los fans que solemos comprarlo todo. Por lo general, intento verle el lado positivo a las cosas y agradecer que, ya que esperamos una eternidad para escuchar material nuevo del grupo, al menos podamos entretenernos con otras cosas. Pero hay veces que se colma el vaso y el "bueno, otro sacacuartos pero..." es insuficiente.
Uno puede aceptar que se publique un recopilatorio como In Time después de 15 años en Warner. Puedo aceptar (e incluso agradecer) la publicación de un And I Feel Fineque complete el otro grandes éxitos y que además venga acompañado de un estupendo DVD. No me parece mal que se publiquen DVD's con conciertos de sus giras (en realidad los fans lo deseamos). Y llego a ser tan paciente como para agradecer las reediciones de Murmur y Reckoning (no porque crea que los discos estén mal como están, sino porque las ediciones en CD que se hicieron en su día no estaban a la altura de los vinilos originales y se tuvo muy poco cuidado y esmero en la conversión). Pero lo del EP Reckoning Songs From the Olympia es, lisa y llanamente, una completa tomadura de pelo.
No se lleven las manos a la cabeza todavía (si es que aún queda alguien que no lo piense) y déjenme explicarme. Es cierto que el precio del EP apenas alcanza los 4$ y que el contenido está todo lo bien que esperábamos que estuviese (¡solo faltaba que sonase mal!), pero a las ansias recaudatorias se une el hecho de que la publicación de semejante EP es lisa y llanamente absurda de cara al comprador. Vayamos por partes.
Primero, el EP se publica de la forma mas oportunista que uno pueda imaginar: aprovechando un oportunismo ajeno. Si la reedición de discos (en este caso, Reckoning) aprovechando una efeméride es ya un hecho oportunista en sí mismo, que una discográfica distinta a la de ese lanzamiento (Warner) aproveche el tirón y la promoción de la reedición publicada por A&M es, como diría Stipe, The Final Straw. O la gota que colma el vaso. Segundo, y no muy importante pero con su aquel. Si se recopilan las canciones que el grupo tocó de Reckoning en el Olympia Theatre de Dublín, ¿por qué coño no está Little America? No es que sea muy tiquismiquis con estas cosas, pero oiga, que solo estoy pidiendo 5 raquíticos cortes. Tercero, el EP es un adelanto promocional del doble CD R.E.M. Live From the Olympia a publicar en octubre. Ya sé que el EP se vende a un precio bastante asequible, pero "en mi tiempos" estas cosas se llamaban "casette promocional gratuito comprando un pack de Pepsi". Vamos, que no es cuestión de exigir las cosas gratis, es que estás cuatro canciones se van a volver a editar el próximo mes de octubre, y dudo muy mucho que haya algún fan de este planeta interesado es adquirir este EP y no el doble CD. Lo que nos lleva al cuarto y último punto. ¿Existe algún aliciente para adquirir este EP? No, ninguno. En los viejos tiempos los mas fans comprábamos CD Singles con canciones que ya habíamos escuchado y/o teníamos por el simple hecho de tenerlo, por puro coleccionismo. Esto era así porque el CD Single era algo tangible, físico. Pero este Reckoning Live at the Olympia se publica únicamente en formato digital, luego no hay forma alguna de sostener semejante lanzamiento.
Decía al principio que desde que comenzamos con el blog hemos hablado de muchos casacuartos y aún así nuestras reseñas han tendido a lo positivo, pero mucho me temo que en esta ocasión ni un experto en marketing de Warner sería capaz de vendernos la moto. Hablemos claro, Reckoning Songs From the Olympia no es un sacacuartos: es un TIMO. Un sacacuartos lo será en todo caso el doble CD que se publica en octubre y que incluirá estos cortes, pero no esto. Así que, háganse un favor, y no compren esta cosa.
El foro es fuente inagotable de material para el blog. Es es el caso de nuestra amiga 5akuraD1va, que ayer posteó este maravilloso video. Toda la historia de R.E.M. condensada en diez minutos. Como bien dice el autor del video al final del mismo, sólo es divertido la primera vez que lo ves. Yo creo que la segunda también.
El ex-actor porno Colton Ford ha lanzado un disco de versiones, donde se incluye una de Losing My Religion.No soy capaz de escribir más. Y no me preguntéis quién me puso tras la pista. Debo conservar su anonimato. Si os atrevéis, pulsad el enlace. NSFW. Vosotros mismos. Yo os he avisado.