Live at the Olympia

Es inevitable comenzar esta reseña sin un recuerdo a nuestro gran amigo Javier Santos "Jastras", tristemente fallecido hace unos meses, con quién algunos de nosotros tuvimos la suerte de compartir (entre muchas otras cosas) estas noches en Dublín. A él está dedicada esta reseña, y este es el disco que nunca podremos escuchar sin recordar a quién fue nuestro amigo y compañero en este blog y sus foros.

Vamos con la crónica. Live at the Olympia es el segundo album en directo que publica R.E.M. después de toda una vida sin publicar ninguno. O incluso el cuarto, si consideramos los directos que acompañan a las reediciones de Murmur y Reckoning. Yo prefiero pensar que es el primero, sobre todo si tenemos en cuenta que estos dos últimos son bootlegs con un pequeño lavado de cara y R.E.M. Live en el fondo es el cuarto video en directo del grupo después de Tourfilm, Road Movie y Perfect Square, solo que con el audio extraido en CD como extra. Este Live at the Olympia, cuyo DVD es un pequeño complemento a modo de documental, no solo es EL DISCO EN DIRECTO DE R.E.M., sino también el reflejo de una fecha crucial en los últimos años del grupo. El momento en que el grupo se lo jugaba a todo o nada en su empeño de demostrar que Around the Sun, el disco a lo Sting o Phil Collins de la banda, no era mas que un triste espejismo. ¿Lo lograron? Lo lograron.

Si hay algo que no se le puede discutir a este doble CD, es que si el grupo pretendía sonar como en sus primeros tiempos el objetivo se consiguió de sobra. Puede que no fuese algo muy meditado, pero el hecho de tener que tocar por primera vez en directo unas canciones que no estaban ni terminadas, junto a otro material que, en general, no tocaban desde hace lustros o decenios y que tuvieron que reaprender y ensayar, aportó a la banda una naturalidad e incluso un primerizo temor escénico que les hizo recurrir al "This is not a Show" como excusa y escudo ante un posible desastre. No solo no lo hubo, sino que además en esta ocasión han decidido no dejar absolutamente nada fuera. Las 39 canciones diferentes que sonaron en aquellas cinco noches de 2007 en Dublín (de las cuales solo 3 estaban en R.E.M.Live) están aquí incluidas. Con sus defectos, sus comienzos en falso, temas sin terminar y equívocos incluidos (no deja de ser irónico que Stipe se equivoque en Drive, precisamente uno de los pocos temas realmente sobados en directo por el grupo). Pero con un sonido, una convicción y una fiereza que les aleja muy mucho de esas radiofórmulas de pop adulto en las que tan bien encajaba Around the Sun y que no se recordaba desde hace mucho. Las nuevas canciones, además, no desentonan en absoluto con las antiguas. Bien es cierto que Disguised no es Driver 8, Harborcoat, These Days o Welcome to the Occupation, pero si en R.E.M.Live, así como en la gira 04/05, los temas de Around the Sun suponían un importante lastre a unos conciertos que comenzaban con temas tan rotundos como I Took Your Name y que a veces parecían no terminar de arrancar dado el coitus interruptus que suponía el nuevo material, aquí las canciones del futuro Accelerate fluyen de una forma totalmente natural junto a sus números mas antiguos y se acometen por la banda con las mismas ganas y convicción.

El sonido es, además, impecable. En esta ocasión Jacknife Lee ha hecho bien su trabajo y no ha confundido ruido y distorsión guitarrera con volumen y estridencias, las dimensiones del Olympia Theatre de Dublín nos ahorran el típico eco de los directos en grandes recintos y las guitarras, el bajo y la batería, los tres únicos instrumentos presentes en el 90% del repertorio, nos recuerda (y seguramente les recuerda) como debería sonar siempre un buen grupo de rock. Quizás sea arriesgado afirmar que algunos temas de Accelerate suenan mejor aquí que en su disco, pero tampoco seré yo quién defienda lo contrario.

En cuanto al repertorio, ausencia casi total de sus grandes éxitos (incluidos después de todo en el no muy lejano R.E.M.Live) y presencia elevadísima de muchos de sus grandes momentos en IRS junto a un pequeño repaso de algunos temas no muy manoseados (o realmente raros de ver en directo) de su etapa en Warner y el nuevo material a presentar. Un conjunto realmente sólido a pesar de lo abultado de la propuesta, donde solo me chirría la presencia de un The Worst Joke Ever que no termina de funcionar y un I've Been High al piano, que ha gustado bastante entre algunos fans, pero que yo veo algo desubicado y desenfocado. Hay tramos realmente memorables y adrenalíticos, como el que va desde Accelerate hasta 1,000,000 o el que cruza desde Welcome to the Occupation a Wolves, Lover por citar un par. Y entre los alicientes la posibilidad de escuchar el work in progress de Accelerate, algún tema olvidadísimo como Romance, y un par de cortes hasta el momento inéditos en formato album. En cuanto a los temas de Accelerate, es interesante comprobar como el grupo no cayó en la tentación de adornar demasiado cortes como Living Well is the Best Revenge o Horse to Water, o como con algunos pequeños retoques y arreglos supieron sacar partido de canciones como Man-Sized Wreath, que tan poco nos convenció en su momento y tanto nos gusta ahora, o como adquirió forma una Disguised que estaba en pañales y que acabaría transformándose en el primer single de su siguiente disco. Por último, Staring Down the Barrel of the Middle Distance y On the Fly son dos temas excluidos de Accelerate por distintos motivos. De la primera cuenta Peter que se trata de una canción demasiado parecida a otros momentos anteriores del grupo y tiene buena parte de razón. Es una canción pegadiza, casi con vocación de single, pero que recurre a la clásica estructura de canción pop de R.E.M. y a un estribillo cuyo "I close my eyes" hemos escuchado demasiado veces en boca de Stipe. Entre eso, y algún momento calcado a Get Up se comprende la labor de autocrítica, aunque dada la brevedad del disco tampoco hubiese molestado. On the Fly en cambio nunca gustó al público allí presente ni a los fans que la escucharon en bootlegs. Sonaba apagada y mortecina, y su comienzo, tan parecido al de Boy in the Well, nos trajo a todos demasiados malos recuerdos. Lo sorprendente es que, escuchada ahora, suena infinitamente mas interesante, oscura e intensa de lo que recordaba, y quizás hubiese merecido otra suerte de no haber sido por unos prejuicios que, eso sí, estaban bastante justificados en aquel momento.

No puedo terminar sin mencionar lo cuidado de la presentación del disco, con una introducción de Andy Gill de Gang of Four en el digipack y un libreto donde Peter Buck comenta una a una las 39 canciones incluidas, con detalles tan jugosos como el largo camino recorrido de Until the Day is Done desde las sesiones de grabación de Monster hasta Accelerate, la dificultad de reaprender 1,000,000 para el directo o como dejaron de tocar Auctioneer en el 86 después de una interpretación absolutamente desastrosa en Berlín. Y por supuesto, el documental This is Not a Show dirigido por Vincent Moon y Jeremiah. Un oscuro trabajo (la mayor parte de sus 50 min. están rodados en blanco y negro y utilizando todo tipo de filtros para añadir grano o distorsionar la imagen) donde los directores intentan reflejar lo que ocurrió durante las 5 noches en el Olympia Theater de Dublín centrándose no solo en el grupo, sino también en el público, los trabajadores del teatro o incluso ellos mismos (también protagonistas desde la sombra en cierto modo) y sin apenas explicaciones de ningún tipo. De hecho, el punto de vista parece en ocasiones el de un extraño que se hubiese colado en el teatro y viese el "no show" a través de un agujero, intentando comprender qué es lo que está ocurriendo. A lo largo de los 50 minutos los planos se van abriendo, algunas explicaciones de Michael sobre el escenario nos van poniendo sobre la pista y se intercala todo con fragmentos de los conciertos que culminan con un excelente Living Well is the Best Revenge. Quizás, un documental mas apropiado para aquellos que no supiesen nada sobre lo que hubo detrás de estos conciertos que para los fans bien informados.

En cualquier caso, un complemento de un doble disco en directo que no está disfrutando de la promoción de la que sí gozó el claramente inferior R.E.M.Live. Hace unas semanas leía en los foros de Murmurs a algunos fans comentar que esto era el mejor album publicado por R.E.M. desde New Adventure in Hi-Fi, y aunque no me apetece mucho pensar en ello, sí que me parecería una lástima que se viese este nuevo directo del grupo como un producto solo para fans, cuando en realidad puede ser un gran complemento en vivo a los 14 álbumes de su discografía. Y es que puede que R.E.M. entrasen en el Olympia para testear material nuevo y ofrecer unos ensayos a puerta abierta, pero esto es un excelente disco de rock en directo que nadie debería perderse.

Enlaces:
- R.E.M. Dublín
- Spotify