Una nueva prensa musical

Si Tomás, ese cirujano checoslovaco de la novela fetiche de Milan Kundera, viviera hoy sin duda seria periodisto. No uno de esos robots que escriben y hablan siguiendo pautas inquebrantables, ni tampoco uno que se documentara extensamente antes de escribir algo aunque fueran un par de párrafos, no. Tomás sería un periodisto moderno, uno que aprovechando el caos y el desorden de sus infravalorados lectores daría rienda suelta a su adulterio moral y tras separar el grano de la paja, publicaría la paja.

Y toda esta cursilería para qué os estareis preguntando. Pues viene a cuento del tratamiento que los aprendices de Tomás le están dando a la separación de R.E.M.. Las últimas semanas, dentro de la ristra de inevitables epitafios de rigor, hay algunos que destacan por mostrar unos obituarios que parecen escritos con ácido bórico, hablando de peleas, riñas, problemas económicos, futuras reuniones, el tumblr de Stipe... Y cuando tienen la oportunidad de hablar con ellos y hacer balance de sus treinta y un años de carrera se ponen a hablar de Bush, de Obama y de política internacional. Me recuerda a la pobre Montserrat del Amo a la hicimos viajar 600 Kms para participar en un libro-forum en mi instituto y luego la gente no le preguntó nada sobre su libro o cuando Ana María Matute vino a la universidad a dar una charla y estaba la mujer sola en la recepción mirando a su alrededor sin que nadie la reconociera. 'What a sad parade'.

¿Trabaja usted en algún medio al que le han mandado escribir algo sobre la separación de R.E.M. y no sabe por dónde empezar? No se preocupe, léase ésto, ésto y ésto y olvídese de Tomás y sus voceríos, no le dé sacra credibilidad a ese que ha puesto un enlace en los comentarios de una noticia o en el foro de su web antes de terminar de leerlo, no anteponga el SEO de su web en Google por querer publicar algo antes que nadie sin contrastarlo, no dé una imagen frívola de su medio y busque el morbo que mire lo mal que le va a Jordi González últimamente.